Para adquirir una máquina, hágalo de acuerdo a las necesidades y usos que se le dará. Si compra una profesional para tomar fotos sencillas, sería como matar una hormiga con un cañón.
1.- Uno de los errores típicos de los consumidores es dejarse impresionar por la cantidad de megapixeles de un aparato.
“Al ojo humano, no hay mayor diferencia entre una cámara de cinco y otra de 10 megapixeles. Para imprimir una foto en tamaño carta o de oficio, ocupar más que esa resolución, está demás”, dijo Marcelo Rodríguez, ejecutivo de Imagen Digital de Canon Chile, a Cooperativa.cl.
Los megapixeles se relacionan con la resolución de la imagen: mientras más alto, mayores posibilidades habrá de ampliar una imagen, sin pérdida de calidad. Cuando uno adquiere una cámara para el hogar, hay que ver si está en los planes hacer ampliaciones tan grandes como para necesitar más de ocho megapixeles.
2.- Los elementos más importantes son las prestaciones y funciones de un aparato. “El estabilizador de imagen, el tamaño de la pantalla para apreciar las imágenes, la velocidad del procesador y que permita capturar una secuencia son puntos importantes. También hay tecnologías como la detección de caras y sonrisas, que facilitan la toma precisa”, detalló el experto. seguir leendo
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